Programa de Cooperación Humanitaria en Centros Penitenciario

Es una iniciativa innovadora diseñada por la Fundación Internacional Maranata, para mejorar la calidad de vida y fomentar la reintegración social de las personas privadas de libertad, llevando la palabra de Dios.

Este programa de cooperación humanitaria se centra en brindar apoyo integral a los reclusos a través de educación, asistencia médica, programas de rehabilitación y actividades recreativas. Con la colaboración de organizaciones no gubernamentales y voluntarios.

Visita: Carcel de Gachetá – Junio 8 de 2024

Junio 8 – 2024

Todo sucedió con una rapidez asombrosa. Hay tanto por contar y tanto por mostrar, que no sé cómo lograré resumirlo.

Era el miércoles 5, y la ciudad despertaba con la rutina de siempre. Nosotros, un equipo de 3 personas, nos fuimos de compras por la mañana. Había una energía palpable, una mezcla de nerviosismo y entusiasmo, mientras seleccionábamos cada artículo con cuidado, sabiendo que formarían parte de los kits de aseo para los reclusos.

A las 2 de la tarde, nos reunimos para comenzar a armar los kits, era un grupo de 5 personas.  El salón comunal del edificio se llenó de murmullos y risas, mientras nuestras manos se movían rápidamente, colocando primero que todo los 2 rollos de papel higiénico, luego el jabón líquido, pasta de dientes, y los otros artículos esenciales en cada bolsa.

Para nuestra gran sorpresa, logramos terminar poco después de las 5 de la tarde, más rápido de lo que habíamos anticipado. La emoción y la expectativa crecían con cada minuto que pasaba.

Carta de esperanza

Esta carta es para ti, que a veces dudas de mi presencia y pierdes la fe al no encontrarme. Quiero que sepas que siempre camino a tu lado. Soy el camino, la verdad y la vida para que tengas vida eterna. Mi amor por ti me llevó a morir y resucitar. Nadie te conoce como yo ni valora tanto tu alma. Aunque tu vida pueda parecer mala ante el mundo, sé que en tu corazón hay un tesoro escondido. Hoy estás respondiendo a mi llamado. Te pido paciencia, amor, comprensión y tolerancia con los demás, incluso con quienes te rechazan. Quiero liberarte de la maldad, amargura, depresión y ansiedad, y darte una nueva esperanza en Cristo Jesús. Cada vez que el camino se haga difícil, búscame. Cuando te sientas solo, recuerda que estoy contigo siempre. Seré tu mejor amigo y nunca te dejaré. Abre tu corazón y has esta breve oración.

Iniciando el viaje

Puntualmente, a las 5:25, llegó Raúl, nuestro conductor. El sonido del citofono resonó como una llamada a la acción. Cargamos los kits, y con una sensación de logro, iniciamos nuestro recorrido de casi dos horas y media. Salir de Bogotá a esa hora es siempre un desafío debido al tráfico. Afortunadamente, al tomar la salida norte, evitamos los peores atascos, y solo nos llevó 35 minutos desde la calle 187 hasta el peaje.  

LLamado a la fe

Jorge de los Gedeones fue el primero en hablar, su tiempo de 20 minutos lo pudimos resumir así:

Esta carta es para ti, que a veces dudas de mi presencia y pierdes la fe al no encontrarme. Quiero que sepas que siempre camino a tu lado. Soy el camino, la verdad y la vida para que tengas vida eterna. Mi amor por ti me llevó a morir y resucitar. Nadie te conoce como yo ni valora tanto tu alma. Aunque tu vida pueda parecer mala ante el mundo, sé que en tu corazón hay un tesoro escondido. Hoy estás respondiendo a mi llamado. Te pido paciencia, amor, comprensión y tolerancia con los demás, incluso con quienes te rechazan. Quiero liberarte de la maldad, amargura, depresión y ansiedad, y darte una nueva esperanza en Cristo Jesús. Cada vez que el camino se haga difícil, búscame. Cuando te sientas solo, recuerda que estoy contigo siempre. Seré tu mejor amigo y nunca te dejaré. Abre tu corazón y has esta breve oración.

Un día en la prisión: rutinas y recuerdos

Fachada principal de la prisión. El techo de teja plástico cubre casi en su totalidad el patio donde pasan cada día en jornadas así: a las 6 am los levan. 7 desayuno de 8 a 11:30 actividades, de 11:30 a 12 los guardan en las celdas mientras hacen cambio de guardia. Almuerzan de 12 a 1. Retoman actividades. Cenan a las 3:30 y a las 4:30 vuelven a las celdas hasta el día siguiente.
La jornada fue intensa, llena de momentos que quedaron grabados en nuestra memoria.
Luego paso el Coronel Marcos Manuel, su charla de 25 min la pudimos resumir de esta manera: Cuando entramos a esta prisión, nos sorprendió que los llamaran  «hombres privados de la libertad.»

La verdad que libera: La historia de José en la prisión

Pues bien, déjenme decirles que hay alguien que les manda a decir que, si conocen la verdad, la verdad les hará libres y ese alguien es el mismo Señor Jesucristo, Dios mismo.

Hace más de 4.000 años, hubo un hombre que fue vendido por sus propios hermanos y fue llevado a un lugar muy lejano de su territorio.  Al poco tiempo este hombre, por envidias, calumnias y falsos testimonios resultó “privado de la libertad” como ustedes, preso en una cárcel sin haber cometido ningún delito. Allí en medio de los compañeros, se hizo conocer de un panadero y un copero, quienes confiaron en ese hombre y le contaron unos sueños que habían tenido, y al poco tiempo ese sueño interpretado se hizo realidad. El copero volvió a trabajar al lado del gobernante en su palacio. Este gobernante también tuvo sueños y el joven preso fue llevado a interpretar los sueños del gobernante y efectivamente logró interpretarlos y a raíz de eso el gobernante lo liberó y lo convirtió en el segundo hombre más importante en ese reino.

Libertad interior: encontrando el camino, la verdad y la vida

Los propósitos de Dios, quien es el camino y la verdad, son grandes.  Hoy ustedes pueden estar privados de la libertad física pero no de la libertad de la mente, no de la libertad del alma, ni tampoco de la libertad del espíritu.  Así que Dios en medio de la crisis, la soledad, la incertidumbre, la tristeza, o lo que sea que están viviendo, los puede utilizar para que sean hombres de influencia positiva, hombres transformados, renovados, que transformen el mundo. El reto y desafío es que hoy liberen su espíritu, su alma y conozcan el camino, la verdad y la vida que son Dios mismo y esa verdad los hará libres… los hará libres.

Ahora, volviendo con la novela, estando los 4 en el patio, nuestro tiempo se tornaba cada vez más tenso. Pues las 11 pizzas, pagadas en su totalidad, no llegaban. El compromiso era que las entregaran a las 9:30, la misma hora en que ingresaríamos al patio. El tiempo avanzaba rápido y sin detenerse, y la incertidumbre comenzaba a agitarse.

Desafíos y triunfos en el camino de la solidaridad

De repente, en medio de esa espera ansiosa, dos guardias comenzaron a hablar de las pizzas. Volteamos la mirada hacia la imponente puerta de hierro y, para nuestro alivio, vimos cómo colocaban una a una las cajas en la ventanilla de la reja. ¡Qué alivio! Fue un triunfo más en nuestra jornada: conseguir la aprobación para ingresar este producto. Sin embargo, el director había sido estricto y nos pidió el registro sanitario del restaurante, además de reservar algunos pedazos en la nevera, en caso de que alguien sufriera una indigestión.

Las 12 botellas de un litro con jugo de naranja industrial que se compraron, también fueron objeto de escrutinio. Cada botella ostentaba un sello negro con letras blancas que advertía: «¡saturado en dulce!» Ah vaina.

Esperamos pacientemente a que Sol Rocío terminara de participar con los internos. Sus palabras eran esperadas y necesarias antes de proceder a entregar los kits, las pizzas y el jugo de naranja.

Momentos de gratitud: distribuyendo esperanza y Alegría

De repente, en medio de esa espera ansiosa, dos guardias comenzaron a hablar de las pizzas. Volteamos la mirada hacia la imponente puerta de hierro y, para nuestro alivio, vimos cómo colocaban una a una las cajas en la ventanilla de la reja. ¡Qué alivio! Fue un triunfo más en nuestra jornada: conseguir la aprobación para ingresar este producto. Sin embargo, el director había sido estricto y nos pidió el registro sanitario del restaurante, además de reservar algunos pedazos en la nevera, en caso de que alguien sufriera una indigestión.

Las 12 botellas de un litro con jugo de naranja industrial que se compraron, también fueron objeto de escrutinio. Cada botella ostentaba un sello negro con letras blancas que advertía: «¡saturado en dulce!» Ah vaina.

Esperamos pacientemente a que Sol Rocío terminara de participar con los internos. Sus palabras eran esperadas y necesarias antes de proceder a entregar los kits, las pizzas y el jugo de naranja.

Próxima misión: Un camino hacia la esperanza en cárceles de mujeres

Para nuestra próxima visita a la cárcel deseamos hacerla a una cárcel de mujeres.  Acacias, Meta está a 150 km de Bogotá tiene una población carcelaria de 120 mujeres.  Ibagué está a 210 km de Bogotá tiene una población de 460 a mujeres. ¿A cuál iría usted? Por ahora, debemos detenernos, esta historia continuará.